El Tornado ha cumplido 30 tacos.

La Niña ha cumplido 4 años en Madrid y en breve cumple 29 en el mundo...

Tata ha visitado el Hostal y ha tenido su presentación en sociedad bloggera con piropazos incluidos (y es que mi Tata está "harta de ser tan guapa y de salir tan bien en las fotos").

Aparte de celebrar el cumple del Tornado, lo único que he hecho últimamente es echar horas en la oficina y sufrir mucho estrés.

Entre tanto estrés, esta semana pasada me ha dado por hacer de abuelo Cebolleta, pero sin darle la brasa a nadie, eh? Que de hecho, nadie se puede quejar, no la he dado ni siquiera via blog.

Me ha dado por hacer balance de todo lo que ha pasado, que no es precisamente poco. Me quedo con lo bueno, como siempre, que a mí lo malo se me olvida rápido.

Muchos amigos nuevos, un novio y muuuuuchos exligues, dos personas que ya no están entre nosotros (no es que estén muertas, es que nos borraron por historias que no vienen al caso) y una cantidad de gente conocida nada despreciable, todo esto sólo en cuanto a lo social; Mola mirar atrás y comprobar que "cualquier tiempo pasado NO fue mejor" en cuanto a lo laboral y ver cómo se han quedado atrás mis queridas ETT's y los empleos precarios, en los que comprobé que la vocación y el amor al arte son muy bonitos, pero no sirven para una Petarda Integral. La estrellita se encendió hace justo ahora dos años y desde entonces estoy allí donde está la pasta... (no, no trabajo en una pizzería).

Sigo siendo la pupas, pero no paso por Urgencias desde hace un par de añitos (lo digo bajito, no vaya a ser...). Además, desde que me desnudo en la oficina durante media hora, una vez a la semana, como que me encuentro mucho mejor... Me encierro en una sala con una chica para desestresarme: han contratado a una fisio que nos viene a la ofi, ¿a que mola?

Madrid me ha tratado muy bien estos años y he experimentado muuuuuuuuuchas cosas por aquí, pero muchas, muchas...