Mis mandamientos laborales son: no ligarás con compañer@s, no llevarás escote, no hablarás de política ni religión, no faltarás al trabajo por haber salido de marcha y no te emborracharás con tus jefes.
El jueves incumplí tres, de golpe. Porque yo lo valgo… en fin…
Me presento en la cena de empresa con un vestido negro muy parecido a éste, y...
¿Qué es lo primero que me dice una compañera al entrar?
“Feliz Año Nuevo, jajaja. Pero si todo el mundo va en vaqueros”.
Estupendo… primer mandamiento que se va a tomar por cool y encima… para nada…
MK había exagerado… Las chicas iban monas, la gran mayoría en pantalón negro y camisa de vestir, pero había unas cuantas en vaqueros. Los estilismos masculinos eran para llorar… Algunos se presentaron con el jersey con pelotillas que se ponen para sacar el perro o para ir a comprar el periódico los domingos, mucho pantalón de pana beige y camisa de cuadros azul y bastantes, con traje (porque venían directamente de la oficina). Total… que sólo faltaba una con chándal y tacones para terminar el elenco.
Después de tratar de esconderme detrás de Snow un rato, me lancé al vino blanco. Me hizo olvidar lo incómoda que estaba, pero fue el principio del fin de otro mandamiento... Después de la cena (que apenas probé…), vino la hora de barra libre con DJ… Y digamos que pasé del vino al vodka como si nada... No me dejaban terminar una copa y ya me estaban trayendo otra… en fin…
NiceCop y unos cuantos jefes más vinieron a preguntarme dónde seguía la fiesta… Y vaya si siguió… codo en barra y meneo en pista que estuvimos curritos, jefes y jefazos hasta las 6.30 de la mañana. No hace falta decir que ya nos hemos cargado otro mandamiento, no?
Y…. para terminar la faena… el viernes no fui a trabajar!! Me moría a las 8 y estaba muy muy malita. Traté de ir, pero tarde, pero repito: estaba muy muy malita (y tenía una voz de Barragán, según me han dicho...)
El primer mandamiento juro que lo cumplí, aunque me sé yo de más de dos que no… en fin…
Mañana me toca el Walk of Shame…