Como no tengo ganas de que esto parezca un episodio de House, paso de contar qué tal ha sido este fin de semana. El libro de estilo de este blog me impide ponerme a hablar de carreras a urgencias, de pinchazos en el cool… Oooops al final lo he dicho! Se me han quitado las ganas de ver series de médicos y de poner síntomas en google… La Niña hipocondríaca es una faceta que sólo muestro en la intimidad… (y ya lo he vuelto hacer… si es que no sé estarme calladita). Ya estoy bien, gracias.
Todos los planes quedaron cancelados. Menos mal que me di un megahomenaje ayer con Pach y el Chueco en Alfredo’s. Por fin comprobamos que es cierta la leyenda de que hacen “las mejores hamburguesas de Madrid”.
Yo creo que mejor hacemos como que la semana pasada no existió y fingimos que esto lo posteé la semana pasada, ¿vale?
Y es el que finde pasado me hinché… El viernes había quedado con A-Style para volver a hacer de las nuestras en el Madrid Boyo by night y empezamos por Fulanita de Tal. Si cambiaran la música, mejoraría, pero aun así, nos lo pasamos muy bien. Nos pusimos al día, nos entregamos al alcohol y tres copas después, hasta Shakira me parecía que cantaba mejor y noté cómo irremediablemente hacía que bailaba (sólo un poco). El ambiente no tiene nada que ver con el rollo yo-para-ser-feliz-quiero-un-camión y como siempre, acabamos confraternizando con unas que pasaban por allí. Acabamos en Medea, esa discoteca con la que sueñan los heteros, llena de mujeres besándose y… haciendo como los niños en el Cool… quitándose la camiseta. Pasa, no es un mito. En serio. Eso sí, juro que no fui yo con el Gaucho delante, como en cierta foto…
El sábado… resacón. O me hago mayor o como dice Tony, “el hecho de que las botellas estén colocadas en una estantería bonita no quiere decir que no sea garrafón”. Como la costumbre de “levántate, que vamos a comer” de Mummy Cool me pilla un poco muy lejos, ahora no hay quien me levante antes de las 4… qué le voy a hacer… ¿Ojeras? Yo ya no…
Después de gruñir con voz de Manolo, de recibir la visita de mi nueva masajista y de ponerme la careta de “¿cansada yo?”, nos fuimos a celebrar San Patricio, que una estuvo dos veranos en Dublín y aún tiene alma de paddy. Menos mal que me quedó bien la careta… porque nos vio todo Dior en el telediario de Antena 3 al día siguiente (y yo que creía que sólo lo ve mi abuelo…). Unas birritas con Snow, Klein, A., Chuek, un poco de música en directo y una cámara enfrente que no paraba de grabarnos… Y yo pensando que aquello era sería para el deuvedé del local… pues no… (qué mal acostumbrados estamos con tanto local fash), era para las noticias…
En fin, que aún me siguen preguntando si éramos nosotros (con cara de sorpresa, nosotros en un local heterocervecero!!) los que estábamos celebrando San Patricio. Estuvo muy bien, a veces viene bien refrescar la memoria de que aún quedan locales donde las chicos van a ligar con las chicas, donde muestran su virilidad bailando a empujones cada vez que la música se animaba y que los tíos tienen barriga (y pelos que salen de la camiseta!!!!!)… Si es que somos más gays que Brian Keanny…
El domingo, para compensar el viernes boyo y el sábado hetero, toco hacer de Priscillas, reinas de Guadalajara, entregarnos al campo (¿Qué se pone uno cuando va a esos sitios?), parar en bares de pueblos y debatir cómo sería nuestra vida si Tony, JL, el Chuek o yo viviéramos allí y lo duró que sería ser “the only gay in the village”… Un plan a cuatro estupendo y que hay que repetir.
Qué terapia es esto, oye… Por un ratito me he olvidado de los últimos días y he refrescado lo bien que lo he pasado hace no tanto.
Todos los planes quedaron cancelados. Menos mal que me di un megahomenaje ayer con Pach y el Chueco en Alfredo’s. Por fin comprobamos que es cierta la leyenda de que hacen “las mejores hamburguesas de Madrid”.
Yo creo que mejor hacemos como que la semana pasada no existió y fingimos que esto lo posteé la semana pasada, ¿vale?
Y es el que finde pasado me hinché… El viernes había quedado con A-Style para volver a hacer de las nuestras en el Madrid Boyo by night y empezamos por Fulanita de Tal. Si cambiaran la música, mejoraría, pero aun así, nos lo pasamos muy bien. Nos pusimos al día, nos entregamos al alcohol y tres copas después, hasta Shakira me parecía que cantaba mejor y noté cómo irremediablemente hacía que bailaba (sólo un poco). El ambiente no tiene nada que ver con el rollo yo-para-ser-feliz-quiero-un-camión y como siempre, acabamos confraternizando con unas que pasaban por allí. Acabamos en Medea, esa discoteca con la que sueñan los heteros, llena de mujeres besándose y… haciendo como los niños en el Cool… quitándose la camiseta. Pasa, no es un mito. En serio. Eso sí, juro que no fui yo con el Gaucho delante, como en cierta foto…
El sábado… resacón. O me hago mayor o como dice Tony, “el hecho de que las botellas estén colocadas en una estantería bonita no quiere decir que no sea garrafón”. Como la costumbre de “levántate, que vamos a comer” de Mummy Cool me pilla un poco muy lejos, ahora no hay quien me levante antes de las 4… qué le voy a hacer… ¿Ojeras? Yo ya no…
Después de gruñir con voz de Manolo, de recibir la visita de mi nueva masajista y de ponerme la careta de “¿cansada yo?”, nos fuimos a celebrar San Patricio, que una estuvo dos veranos en Dublín y aún tiene alma de paddy. Menos mal que me quedó bien la careta… porque nos vio todo Dior en el telediario de Antena 3 al día siguiente (y yo que creía que sólo lo ve mi abuelo…). Unas birritas con Snow, Klein, A., Chuek, un poco de música en directo y una cámara enfrente que no paraba de grabarnos… Y yo pensando que aquello era sería para el deuvedé del local… pues no… (qué mal acostumbrados estamos con tanto local fash), era para las noticias…
En fin, que aún me siguen preguntando si éramos nosotros (con cara de sorpresa, nosotros en un local heterocervecero!!) los que estábamos celebrando San Patricio. Estuvo muy bien, a veces viene bien refrescar la memoria de que aún quedan locales donde las chicos van a ligar con las chicas, donde muestran su virilidad bailando a empujones cada vez que la música se animaba y que los tíos tienen barriga (y pelos que salen de la camiseta!!!!!)… Si es que somos más gays que Brian Keanny…
El domingo, para compensar el viernes boyo y el sábado hetero, toco hacer de Priscillas, reinas de Guadalajara, entregarnos al campo (¿Qué se pone uno cuando va a esos sitios?), parar en bares de pueblos y debatir cómo sería nuestra vida si Tony, JL, el Chuek o yo viviéramos allí y lo duró que sería ser “the only gay in the village”… Un plan a cuatro estupendo y que hay que repetir.
Qué terapia es esto, oye… Por un ratito me he olvidado de los últimos días y he refrescado lo bien que lo he pasado hace no tanto.