LISTAS PARA TODO

Después de tanto entrar y salir, de tanto carroceo, meneo y de taaaaanto paseo al cajero, este finde ha sido reparador. La semana pasada si no me dijeron 20 veces "¡Qué mala cara tienes!; "¿Estás bien? Tienes ojeras"; "¡Qué carita de cansada traes!" no me lo dijeron ninguna..

Lo de que arrastraba los pies era literal. No me he subido en un tacón en los últimos diez días ni para probar si aún sé caminar con ellos. Paso. Me dolían hasta las pestañas. La suerte estuvo de mi parte y a mi vuelta, en estado catatónico, a la oficina, BadCop se había ido de vacaciones.
Gracias por no venir!! ¡Qué delicia, de verdad!

Después de cuatro meses sin tener tiempo ni para contestar a los comments (¡cómo se atreven a tenerme tan ocupada, hombre, por Dior!), ahora busco tareas absurdas para perder/pasar el tiempo. El estrés provocado por mucha actividad me encanta, el que odio es el agobio tipo "¿Ya está listo?", "Esto lo quiero para ayer" y tener a alguien que casi te respira en el cuello mientras mira tu pantalla. ¡Como si la energía de 4 ojos fuese a acelerar algo (aparte de mi pulso)! De todas maneras, prefiero estar ocupada, low peor es estar ociosa en la oficina. Me mata, es que me mata.

El finde estuvo muy bien. El sábado, después de dormir 12 horas, nos fuimos a la piscina.

Después del shock que nos ocasionó la piscina del Lago hace unas semanas, yo ya no... vuelvo ahí mientras lo recuerde. De las piscinas públicas, era la única en la que no había familias, Josuaaaa, la ensaladilla ni peña sin depilar. Más bien era un desfile de mari-k's anoréxicas, musculocas hinchadas de esteroides, boyos con bermudas masculinas y top de triángulo... y un 80% del personal en tanga (y no me refiero a las chicas...). Vamos, que me sentía como en casa...

Ya conocía de vista a la gente: el Hombre de Cobalto, que se empeñaba en explicar a todo el que tenía a su alrededor cómo fabricaba el mejunje casero que se untaba cada diez minutos y que hacía que su piel pareciese la primera chuleta de una barbacoa; la pandi de las lokas escandalosas... Excepto la música de "Kiss-efeme" a toda mecha, mitigada por mi Zen o por nuestras risas, todo era como estar en una piscina en plena Plaza de Chueca.

O todo el mundo se ha comprado casa con piscina y a mí no me han invitado o no sé dónde va esa gente ahora. La piscina del Lago ahora se ha vuelto insoportable, parecía un día en la playa de Low Pagán.

Afortunadamente, este verano tenemos una opción mucho mejor. Vamos a la piscina de un hotel en Gran Vía, muy cerquita del Hostal, con unas vistas increíbles de todo Madrid. El Chueco, que tiene muchos contactos...

Como dice Snow: "Lo de vosotros es mu fuerte, estáis en lista hasta para ir a la piscina".

Todo este rollo para contar que fuimos a la piscina! Céntrate, Niña, céntrate.

Por la noche, estuvimos en el marroquí de la Plaza Dos de Mayo. Ya somos habituales. Y acabamos el paseo por el barrio tomando mojitos en el Blue Note. Buena música, una camarera monísima y simpática y muy buen rollo.

El domingo tenía(mos) un compromiso familiar con mis tíos palmeros (no de un tablao, de La Palma) y mi primo que estaban por Madrid. Quedamos en Galapagar, un sitio que recordaba haber visitado para resolver algún que otro papeleo años ha. Aparte de la familia, se apuntaban unos amigos (palmero él, madrileña ella).

Lo pasamos genial, pero la madrileña del grupo resultó ser la típica señora que da la nota. ¿Por qué en muchos matrimonios de más de 20 años de casados, si él es encantador, ella es una bruja? Soltaba unas lindezas de tócate-las-narices. Despotricó del restaurante (que habían elegido ellos!!!), de los canarios, de la comida, de las Islas (cómo te atreves!!), de los suecos... Hasta interrumpía las interesantes historias que contaba su marido acerca de literatura y política tratando de quitarles importancia... Un cuadro!

Fue con este ejemplar incomparable con lo que pude explicar al Chueco lo que es un "godo" en Canarias: dícese del peninsular que se traslada a las Islas, disfruta de la famosa hospitalidad canaria además de las ventajas obvias de la región, pero no hacen más que criticar la actitud de la gente, los sitios, la comida... Todo en su tierra es mejor, aunque sean del pueblo donde Christ-ian (Dior) perdió el gorro. No puedo con la falsa superioridad del "godo invasor". Si no te gusta, pues vete a tu casita, guapo y si te quieres quedar, ¡¡a callar!!