SI ESO, TE LLAMO

S. está envenenada porque A. no la ha llamado. Después de haber tenido un rollito, ella sigue esperando que el otro se digne a llamarla. ¿A. es una mala persona por no querer repetir? ¿S. tiene razones para estar dolida? Todo depende de si él prometió llamar.

¿Por qué algun@s cuando no tienen nada que decir al despedirse, quedan en llamar sabiendo que no van a hacerlo? Los silencios se pueden llenar con besos. Siempre he preferido una despedida apasionada y una frase que quiera decir, en fino, "nos vemos por ahí" a un "Si eso te llamo". "¿Me das tu teléfono y nos vemos otro día?". Las falsas promesas deberían estar prohibidas.

Pero los tíos (culpables casi siempre de este tipo de hazanas, no es por nada...) no aprenden. ¡¡No se dan cuenta de que eso no se hace!!

Low peor es el reencuentro casual, dos o tres semanas después de haberte cansado de esperar, de haber mirado mil veces el móvil por si tienes cobertura y de haberlo criticado en la última reunión de arpíamigas.

No sabes si saludar o no. Cuando por fin te lo encuentras de frente, tienes ganas de soltarle alguna de las frescas que has repetido en tu cabeza, pero nunca hay que perder la dignidad.

Te aseguras de tener bien el pelo (el pelo nooooooo!) y el brillo de labios, pones buena cara e intentas ser simpática, superadíiisma y estupendísima de la mue-te. Pero como se le ocurra intentar algo, no va a conseguirlo. Puedo ser un poco borde (a las pruebas me remito...).

¡¡Qué sencillo sería no decir el desafortunado "si eso, te llamo"!! Evitaría el cabreo y el desespero de más una, la cara de póker y la pose del reencuentro... y las calabazas que se va a llevar a casa el fulanito de turno.

Todo cambiaría si quitasen esa frase de las lista de técnicas de evasiva masculinas.

Volvemos al principio. Despedida apasionada, "me lo he pasado muy bien. Hasta otro día, guapa" y a-Dior.

Si queda un buen recuerdo (si no, todo este rollo no tiene sentido, a otra cosa mariposa!!), el reencuentro cambia totalmente. Todo es taaan fácil. Tanto si hay interés mutuo o no por repetir, el saludo es más distendido, sin rencores ni figureos, hasta cabría un bis (si es que aún apetece...).

La presión de decidir si repetir o no fuera de la nocturnidad... es más estresante... Cuando se ha establecido la duda de "¿llamará?" y el fulanito se lo plantea de lunes a viernes como un marrón por lo que hacer un bis pueda implicar... MALO, MALO!!

Sin promesas no cumplidas y con un par de copas, creo que todos conseguimos mejores resultados... ¿no?