A QUIÉN IMPORTA...

“Es como si al vino Don Simón le pusieran sin más la denominación de origen Ribera del Duero”. “Con dos papás, ¿dónde mamo?” Estas perlas me han hecho explotar. Siento politizar desde aquí, pero más siento que ocurran estas barbaridades. Estoy indignada. Juré que iba a mantenerme al margen, juré que no le iba a dedicar ni una gotita de saliva y mucho menos una línea de mi blog, pero… ya está, no puedo más.

Carlinhos Brown demostró que hay más gente con ganas de pasarlo bien y de respetar lo que cada uno haga en su casa, pero la concentración de fachas y desaprensivos ha sido cuanto menos, significativa. ¿La gente no tiene nada mejor que hacer?

Entiendo que muchos jubilatas envenenados con los maricones no tengan mejor opción que salir de sus casas un sábado para protestar contra los derechos de los demás, entiendo, hasta cierto punto, que si te invitan a darte un paseíto hasta Madrid en bus y además te invitan a paella, accedas a que el PP te alegre tu insulsa existencia, pero… ¿desde cuándo nos echamos a la calle para restringir derechos?

Lo peor de esta historia es que me voy enterando de qué pie cojea cada uno en mi curro. Estoy rodeada de fachas y de “opusdeis” varios. Ahora mismo, mientras escribo, oigo cómo uno de mis jefes comenta lo abarrotada que estaban las calles aledañas a la “fachi-festación” con orgullo (no gay precisamente)… Me he enterado de que hasta se han recogido firmas por la empresa. Muy fuerte, Kermit!

Los mismos que miraron a otro lado cuando dijimos “No a la guerra” o cuando pedimos explicaciones sobre el Prestige nos insultan ahora con moralina barata. ¡¡¿¿Qué más les dará??!! Las pancartas del sábado no tenían desperdicio: “Por la libertad”(¿¿¿???). ¿La libertad de quién, bonito? Incluso compusieron una bonita letra: “No te quieres enterar, ye, ye, que quiero papá y mamá, ye, ye, ye, ye, y por mucho, mucho que te empeñes, no podrás cambiar la realidad”.

Y para terminar, la paradoja del día (estos fachas, que no se enteran muy bien de la fiesta) es que finalizaron la protesta cantando “We are the Champions” (jajajaja) ¡Cuidado con sus niños, caballero! Está permitiendo que escuchen una canción con mensaje oculto! ¿No se han enterado aún de que ese tema era de un maricón que murió de SIDA?