MARTES MALDITO

La mayoría de la gente odia los lunes. No importa si se han pegado la marcha de su vida o si se han pasado el sábado entre el Carreful y el Cortinglés. A la gente lo de apagar el despertador después de dos días le pone de muy mala baba: las caras en el metro lo certifican.Las conversaciones para llenar el silencio incómodo del cuartito del café, suelen ser en torno a "¡Qué horror, lunes!", "Estoy de lunes"... Yo suelo preguntarme por qué no hablan de lo estupendo que ha sido el finde, de la peli que han visto, del paseo que se han dado por... yo qué sé... algo interesante, por Dior! Está claro que para gran parte de los mortales, el lunes es un día para el pesimismo.

¡Pues yo no lo entiendo! Los lunes está claro que a mí no me hace p...a gracia madrugar (teniendo en cuenta que el Chueco se levanta casi dos horas después que yo, MÁS!!), pero me despierto con la sensación de haber descansado, haberlo pasado bien, haber desaprovechado el tiempo de limpiar y hacer la compra para... bueno, en fin... Trato de ver la botella medio llena o incluso llena.

Yo, para llevar la contraria, odio los martes. Es el día que empieza a vaciarse mi botella. Es el día que me doy cuenta de que queda mucho para el finde y además, de que ya estoy cansada (para colmo, suelo tener agujetas de la clase de GAP de los lunes). Es el día que tu jefe ya está suficientemente despierto como para esquivar (con más arte, si cabe) los brownies que le llegan, el día que voy al cajero después del finde y veo el hueco que deja el consumismo disfrazado de felicidad...

Los martes me pregunto por qué no inventan Botox para el alma, que regenere las arrugas del finde. Botox en vena que me haga despertar, animarme y tener energía para disfrutar de la semana sin desear que llegue ya el viernes. Remedio para el cansacio, para despertar o incluso CREER que te animas, lo hay... ya lo sé... (soy Niña, pero no tan inocente). Alguno dirá que ya está inventado, pero necesitaría muchos ceros en mi cuenta y un tabique de platino. ¡No, gracias! Yo me refiero a un regenerador, un relleno para el cansancio (y que no te pase factura luego!). Vitaminas, Jalea Real... bah! Yo necesito algo más fuerte.

Para colmo, hoy el Chueco se va de vacas... a Chuequia. Me abandona en martes (ni te cases ni te embarques, por cierto!). Esto no se hace, por Fagor!