TODO ES DE COLOR DE U2

Anoche me costó dormirme, hoy me levanté de un salto, llevo todo el día sonriendo y sólo me falta ir dando saltitos por la oficina (tralará-larito..) con la entrada pegada en la frente.

Lo mejor de todo es que (por una vez) no estoy exagerando nada. Como Niña que soy, estoy como en la víspera del día de Reyes, a punto de salir de casa para recibir proyectiles en forma de caramelos (o en versión gay, a punto de subirme en una carroza del Orgullo).

De verdad que no exagero: llevo toda la vida esperando este momento. La primera vez que los oí era pequeñita, en mi casa estaban los vinilos de War y October, propiedad de la Fash Family, así que tengo la sensación de haberlos escuchado desde siempre.

Cuando me fui a Dublín por primera vez, allá por el año 93, me convertí en fan. Y cuando volví dos años más tarde, yo ya estaba muy puesta (en u2!!), decidimos cogernos un tren y plantarnos en la puerta de la casa de Bono. Tocamos a la puerta, espiamos subiéndonos un poco al muro (donde vimos que estaba construyéndose una piscina, oyessss). No contentos con eso, hasta me esposé a la puerta de su casa (tengo fotos, pero NUNCA las enseñaré).

Hay tantos momentos que podría asociar a U2!!! Borracheras con mis amigos en Canarias cantando a voz en grito "With or Without you", tardes enteras estudiando con Bono en mi orejita, fiestas en Bélgica con S. Baras y Bix (fans incondicionales), desengaños amorosos de adolescente (cuando escuchaba una y otra vez la misma canción, masocas que somos las niñas), mi hermana y yo flipando y aprendiéndonos las letras, Kim-bi y yo, rumbo a cualquier sitio de la isla en coche (Daddy's gonna pay for your crashed car"), hasta me recuerda a Triunfita (porque los odia).

Por no hablar del disgusto que me llevé el 6 de enero de 1998 cuando me desperté en un estupendo día de Reyes y me dan la noticia de que Bono ha muerto. Me amargó la mañana hasta que por fin supe que el Bono que había muerto no era el MÍO, sino el marido de la petarda de Cher, Sonny Bono (que Dior lo acoja en sus senos).

Entre los recuerdos más recientes, mi último cumpleaños y el CD + DVD de regalo. Sin contar el día de histeria en el que se acabaron las entradas después de haber pasado TODO EL DIA dando a Redial desde la oficina para intentar contactar con Ticktack Ticket y el día siguiente de euforia : cuando conseguimos 3 entradas por el módico precio de 450 € (en total). Pensábamos irnos a BCN, a Lisboa o adonde fuera, así que no me arrepiento para nada de haberme gastado esa pasta. PORQUE U2 LO VALE, POR FAGOR!

El detalle triste es que pensaba pasar este día tan importante con mis dos grandes amigos Tony y Ed (mi marido), pero él está en la Maternal City de Troy y no puede venir. Le echaremos de menos esta noche.

No puedo trabajar, no puedo hacer NADA. Esto es un sinvivir. Quedan 6 horas para escucharlos!