EFECTO CARROZA

El sábado en el Hostal Royal Cool, también tuvimos que colgar el cartel de COMPLETO. La distribución de las habitaciones, gracias a DHB, fue estupenda. GRACIAS POR VENIR!!

Me desperté con la ilusión con la que te levantas el día de tu cumple o el día de Reyes… Ya sé que para algunos esto será una grandísima chorrada, pero es que una le pone entusiasmo a las cosas y si son petardadas, más!! Siempre he dicho que, sin ilusión, ¡me moriría! Como estábamos todos de los nervios, así que empezó el EFECTO CARROZA: mascarillas, cremas autobronceadoras, planchas y secadores… Me consta que alguno estuvo ensayando en el espejo su mirada y todo… Y no señalo a nadie.

El meeting point era en Ananda (o eso creía yo)… Llegamos y todo estaba plagado de gente con camisetas rosas. Primer shock: no nos encontramos en Ananda, sino FUERA. Ilusa que es una, estaba convencidísima de que iban a abrir la terraza para invitarnos a una copa (U2, je je) antes de salir, pero la terraza estaba más cerrada que el corazón de alguno que nos encontramos más tarde (Faustin Powers, toma puñalada!!). “¡Si quieres beber, cómprate una latita de cerveza, mona!” ¡Qué falta de glamour, por Dior!” Y como la sed podía más que el fashionismo, nos dimos a la bebida…

Segundo shock: Para un camión, sí, un camión HORROROSO enfrente de nosotros (y ya eran las 17.30). “¿Eso no será la carroza?” “No, qué va! ¡Imposible!” Risas. Pues sí, sí lo era. Lo increíble es que adecentaran aquello en media hora: con tarima, decoración, sonido y todo. ¡MENOS MAL!

A partir del momento en que nos subimos a la carroza, todo cambió. Se nos dibujó una cara de felicidad a todos que no se borró hasta que nos bajamos. Eso sí, ¡qué calor! Pero como llevábamos absolut-amente de todo en el bolso, pudimos refrescarnos con las toallitas húmedas, retocarnos el pelo (gracias al cepillo de viaje), “repintarnos” gracias el brillo y el colorete… ¡¡Es que de verdad!! A mí me dijeron q iba al Orgullo no a la Fiesta del Agua y una no iba SUPER preparada con el pelo planchado, el rimel y las gafas de sol para que le estén rociando con una pistolita de agua!! Si tengo calor, ya me encargaré yo, oyessss! (oooops qué comentario de fash borde me ha salío…)

¡Qué sensación! Ver cómo la gente te mira, te saca fotos, te saluda. You’ve got the power. (Esta historia se la dejo contar al Tornado porque el otro día casi nos partimos de cómo lo explicaba, digno de un monólogo del club de la comedia).

Nos reímos, bailamos, nos besamos, nos abrazamos, saltamos, euforia y emoción a flor de piel. Cuando pusieron “A quién le importa” ya fue el no-va-más. Bajaron el volumen durante el estribillo y la calle Serrano en pleno cantó la letra de Alaska y Dinarama. ¡¡¡Los pelos de punta!!! Las 3 o 4 horas de recorrido volaron. Yo sólo sé que no paré de sonreír y bailar.

Nunca olvidaré ese día. MUCHAS GRACIAS A OCTOPUS TRAVEL Y A LA FAMILIA PULPO. Sé que contaré esta batallita en plan Abuelo Cebolleta a…. mis sobrinos-nietos!! Pasamos media horita por Vázquez de Mella, pero éramos auténticos cadáveres. Además, “Después de bailar en la tarima más visible de Madrid, ¿quién c…o quiere bailar en una plaza petada de gente? NO SOY PETARDA, ES QUE ME HAN DIBUJADO ASÍ…